Para muchas personas es un ritual importante el momento de parrilladas o esas carnitas asadas con los amigos. Prender el carbón, elegir los mejores cortes y verduras para sazonar y luego destapar unas cuantas cervezas para disfrutar es la parte favorita de la semana para muchos. Sin embargo, para que no haya fallas en estas reuniones sociales, es indispensable no olvidar un paso muy importante: después de usar la parrilla, hay que limpiarla.
Es muy típico usar el truco de cortar media cebolla y con eso “limpiar” la suciedad, lo que olvidamos es que esos espacios también pueden acumular bacterias. Además, al estar las parrillas típicamente a la intemperie, hay todavía un riesgo mayor de contaminarse. Encima de todo, la limpieza extenderá la vida de tu parrilla.
Si bien el fuego mata una gran cantidad de bacterias, no está de más realizarle una limpieza al menos una vez al mes para ayudar a su mantenimiento. Lo único que necesitas para realizar esta limpieza profunda es un cepillo de cerdas de metal, una cubeta, agua tibia, vinagre, papel periódico y toallas de papel de cocina.
Instrucciones:
- Una o dos horas después de usar la parrilla, barre hacia un costado las cenizas aunque todavía estén calientes dejando limpia la base.
- Aún con la parrilla caliente pasa el papel periódico y frota el asador para quitar la capa gruesa que normalmente se queda pegada en el metal. Ten cuidado de no quemarte.
- Después al agua tibia revuélvele el vinagre.
- Introduce el cepillo de cerdas al agua con vinagre y de manera cuidadosa cepilla el asador para no dañar el recubrimiento.
- Vuelve a pasar el papel periódico para quitar cualquier resto que estuviera pegado.
- Repite el paso de mojar el cepillo en el agua con vinagre y pasarlo nuevamente en el asador.
- Nuevamente limpia los restos con papel periódico y ¡listo!
Deja enfriar las cenizas y luego retíralas. Realizando este procedimiento una vez al mes podrás conservar tu parrilla limpia. En caso de que se utilice mucho, solo debes repetir la limpieza más seguido.
De igual forma hay cepillos especiales para estas limpiezas, normalmente de cerdas de metal o algún material rígido, nos ayudarán a desprender los restos acumulados de manera más fácil, si quieres un boost de limpieza, también al terminar el lavado profundo puedes encender nuevamente la parrilla para que así todas las bacterias restantes se eliminan con el fuego.
Una forma de terminar este proceso es tomar un pedazo de grasa de carne que de otra forma sería un desecho y la pasamos sobre las varillas. La grasa protege el metal y evita que la carne que agregamos sobre la parrilla limpia se pegue. ¡Y con esto la parrilla está lista para usar como nueva!
No olvides proteger tu parrilla del exterior, evitar lugares húmedos como cerca de albercas porque acelera su proceso de oxidación. Recuerda siempre revisar los productos de limpieza que uses, porque los químicos del habón podrán dañar los materiales de tu parrilla.
Esperamos que estos tips rápidos te funcionen a la hora de limpiar tu asador y lo logres mantener como nuevo por mayor tiempo para tus futuros asados y parrilladas.